Ginecomastia masculina
Ginecomastia masculina
La ginecomastia es el aumento de volumen patológico de una o ambas mamas en el hombre.
Es la patología de mama más frecuente en el sexo masculino.
En la mayoría de los casos la causa es desconocida, pero en ocasiones se debe a alteraciones hormonales (tumores testiculares, de hipófisis o algunas alteraciones hepáticas…), o al consumo de determinados fármacos (estrógenos, protectores gástricos, anabolizantes esteroideos, calcioantagonistas, digital, metildopa, fenitoína, etc.) y ciertas drogas como la marihuana.
Los varones púberes obesos también suelen desarrollar unas pseudoginecomastia normalmente a expensas de una distribución más femenina de la grasa corporal también conocida como lipomastia.
Una vez descartada una patología maligna como su origen, nos encontramos la mayor parte de las veces, ante un problema estético y de contorno corporal, con diferente repercusión según el grado de afectación emocional del paciente.
El tratamiento principal consiste en evitar la causa si ésta es conocida, y para casos de origen desconocido, no evitable, o que precisen de cirugía, hay distintas opciones según las características de cada caso, que debe ser personalizado.
Fundamentalmente utilizaremos la liposucción y la mastectomía.
El procedimiento quita la grasa y parte del tejido glandular de las mamas y en casos extremos también extirpa la piel que queda en exceso, intentando realizar las incisiones lo más disimuladas y pequeñas posibles, dando lugar a un tórax plano y firme con un nuevo contorno.
Las complicaciones suelen ser escasas y leves, si las expectativas son realistas.
Los efectos secundarios, en la mayor parte de los casos temporales, incluyen la disminución de la sensibilidad cutánea en la mama, que puede tardar hasta un año en recuperarse y en muy raras ocasiones no se recuperará nunca. Si el paciente sigue las instrucciones antes y después de la cirugía minimizará mucho el riesgo de complicaciones.
La cirugía se realiza generalmente como paciente ambulatorio, pero en casos con condicionantes médicos o sociales especiales, a veces requiere una estancia de un día en el hospital y la colocación de un tubo de drenaje aspirativo.
La cirugía se realiza bajo anestesia general, salvo en casos en que sólo se vaya a realizar liposucción, en los cuales se puede optar por anestesia local con o sin sedación.
Si hay suturas, éstas se retiran en 10-15 días tras el procedimiento y aunque la mayor parte de la inflamación y hematomas desaparecerán en unas pocas semanas, pueden tardar meses en algunos casos en apreciarse el resultado final. Se aconseja limitar la actividad física durante el primer y segundo mes para no interferir con la cicatrización y evitar complicaciones. Se debe evitar la exposición al sol de toda el área intervenida durante seis meses.